Afganistán en colapso: Más de 23 millones de vidas en riesgo tras los recortes en la ayuda humanitaria
- Clandestino
- 11 de mar.
- 2 min de leitura

En un escenario de calamidad creciente, Roza Otunbayeva, representante especial del Secretario General de la ONU en Afganistán, reveló una situación devastadora en el Consejo de Seguridad. El impacto de los recortes de financiamiento ya ha llevado al cierre de 200 unidades de salud, dejando a unos 1,8 millones de afganos sin acceso a atención médica esencial. El futuro es sombrío: más de la mitad de la población, o 23 millones de personas, dependerá de la ayuda humanitaria en 2025.
La jefa de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama) advirtió que la crisis se agrava con la rápida reducción de la asistencia internacional, mientras que los servicios de salud, incluidos los programas vitales de desnutrición infantil, se están limitando severamente. Al mismo tiempo, la población vive con el temor constante de una mayor represión por parte del Talibán, que continúa invadiendo la vida privada de los ciudadanos.
A pesar de la promesa de US$ 240 millones del Banco Mundial para la salud hasta 2026, Otunbayeva expresó una gran preocupación por el impacto a largo plazo de esta interrupción. La suspensión del apoyo podría hacer que los avances logrados en los últimos tres años —como el acceso a servicios básicos y la inclusión social— se deshagan, obligando a los afganos a recurrir nuevamente a mecanismos históricos de supervivencia, como la migración.
Las mujeres, especialmente, siguen siendo blanco de las restricciones impuestas por el Talibán, que violan las normas islámicas y son criticadas incluso por organizaciones regionales como la Organización de Cooperación Islámica. La prohibición de la educación para niñas entra en su cuarto año, una medida que, según Otunbayeva, no tiene base religiosa, sino política.
A medida que la crisis humanitaria se profundiza, la población afgana enfrenta no solo violencia y pobreza, sino también una creciente negación de derechos, llevando al país al borde del colapso. La comunidad internacional debe reaccionar antes de que la desesperación se vuelva insostenible.